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Categoría: EBA

Publicado: Lunes, 07 Febrero 2011 09:20

07/02/11 - Aunque el marcador final apunte a lo contrario, el de ayer fue un partido realmente complicado. Desde siempre el filial del representante valenciano en la ACB ha sido un rival muy incómodo para nuestro equipo. Su estilo de juego, muy parecido al nuestro, dinámico y de posesiones cortas, y la juventud de sus jugadores, siempre han hecho complicado el enfrentarse a ellos.

El de ayer fue un calco del partido de la primera vuelta. Una defensa muy presionante, al límite de la falta en todo momento, complicaba las evoluciones ofensivas de los nuestros que no encontraban posiciones cómodas para lanzar. En especial los tiradores eran bien defendidos, conscientes los valencianos de la importancia de su acierto en los esquemas de Matías Cerdà.

El reencuentro de Goyo Domínguez con la canasta, después de varias semanas de escaso acierto, era la mejor noticia de la tarde. Suyos fueron los 7 primeros puntos del equipo. Valencia anotaba de 3 en tres, ya fueran triples o jugadas de 2+1, lo que les permitía mantener la estela de los locales e incluso comandar en varias ocasiones en el marcador. Por su parte, el acierto de la media distancia local era nulo, en parte debido a la buena defensa valenciana, todo lo contrario que en la otra canasta con un inmaculado, y poco habitual, 3 de 3 desde la línea de 6,25. Tan sólo el rebote era claramente palmesano. Once rebotes, de ellos 9 en la ofensiva, por sólo 3 de sus rivales. Un pequeño tirón final permitía adquirir una ventaja corta para cerrar el cuarto con el 27 a 21 del marcador.

Los parámetros permanecieron idénticos a partir del momento. Un Valencia que se mantenía firme en su defensa, siempre, eso sí, con una excesiva condescendencía de la pareja arbitral, lo que le servía para mantenerse en el partido. El 33-32 del minuto quince indica la igualdad entre ambos conjuntos. La aparición de Sergio Rodríguez, acompañando en la anotación a Goyo Domínguez, permitía a Platja de Palma volver acoger una ligera ventaja antes de irse al descanso con el 49-42 en el marcador.

Tras el descanso, y tras una nueva aproximación valenciana (45-42, min 22), un parcial de 8-0, gracias sobre todo al dominio reboteador en el aro contrario de Llompart y Alzamora, ponía por primera vez la ventaja por encima de los 10 puntos. Pero los jóvenes jugadores del Valencia, sin nada que perder, seguían jugando al límite y mantenían la desventaja en torno a la decena. Palma mientras tanto no conseguía distanciarse en el marcador debido, en parte, a su falta de acierto desde el 6,25 con un ridículo 1 de 14 hasta el momento.

Se llegaba al cuarto final con una ventaja cómoda de 10 puntos, 68 a 58, pero para nada definitiva. El partido seguía por los mismo derroteros. Palma no conseguía cerrar el partido y el Valencia, que seguía a rebufo, haciendo la goma. Entonces apareció la figura de Piquer, poco participativo hasta el momento, que con 9 puntos consecutivos, complicaba las cosas a los locales que veían como a falta de 3 minutos el rival se situaba a sólo 5 puntos y con posesión. Un oportuno tiempo muerto de Matías Cerdà ponía orden y, tras fallar Arnau un triple que ponía a su equipo a 2 puntos, el Palma endosaba un parcial de 9 a 0 que entonces ya sí sentenciaba el partido. Al final, coincidiendo con la bocina final, la máxima diferencia del partido cerraba el marcador con el definitivo 91 a 86.

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